Una de las cosas que me asombra de los videojuegos es la gran variedad de formas con que se presentan. En un artículo anterior estuve hablando de Hotline Miami, un título frenético de acción, capaz de mantenernos pegados a la pantalla durante horas. Justo después de acabarlo, este mismo fin de semana, aproveché la ocasión para descargar la versión de demostración de Primordia, que es la nueva aventura gráfica publicada por Wadjet Eye Games (Gemini Rue, Resonance). Lo agradable es que un juego con un ritmo pausado, una atmósfera y argumento radicalmente distintos y de un género que está en las antípodas de Hotline Miami fue capaz de cautivarme con la misma fuerza que este.
Me gustan los videojuegos de acción, donde tu cerebro primitivo trata de ser más hábil y veloz que el depredador, donde todo corre a cámara rápida, te sudan las manos y escuchas los latidos del corazón. Disfruto de todo eso, pero también encuentro el placer en los juegos que te obligan a pensar, a poner en marcha los engranajes de esa otra parte del cerebro más evolucionada, en la que el reloj se detiene y has de hacer encajar todas las piezas del puzle, y cuando das con la solución, saltas de tu oscura bañera de la ignorancia, como Arquímedes, gritando “¡Eureka!”.
Primordia. |
Después de la tempestad de Left 4 Dead o Hotline Miami, agradezco la calma de una aventura gráfica como Primordia o la estrategia táctica de King’s Bounty, por citar algunos ejemplos. Me siento a gusto con esas dos caras de la misma moneda que son los videojuegos. Una moneda a la que muchos no quieren darle la vuelta, siendo la inmensa mayoría los que se quedan solamente con la cara de la acción, desdeñando ese otro tipo de juegos que nos invitan a cavilar.
Entiendo que los videojuegos que requieren calma y un ejercicio mental en vez de manual son menos llamativos y más difíciles de digerir. También en el cine y la literatura hay géneros y estilos que resultan interesantes solamente a una minoría. A pesar de eso, yo sigo reivindicando la diversidad como una riqueza y no me cansaré de invitar a los aficionados al videojuego a que traten de explorar en otros terrenos, buscando nuevas formas de divertirse.
La clave para hacerlo está en escoger el momento adecuado. Mis apetencias tienen mucho que ver con mi estado de ánimo y también con lo saturado que esté de un género. Lo curioso es que la mejor forma de combatir el estrés o el aburrimiento no es siempre el camino fácil del juego de acción. En ocasiones, he podido comprobar que perderse en los trayectos sinuosos de una aventura gráfica o en la compleja lógica de la estrategia puede ser igual de gratificante.
King's Bounty: The Legend. |
No dudo de que los próximos juegos de las sagas habituales de Nintendo serán divertidos, o el último FIFA, Halo y demás títulos populares, pero es un crimen que haya por ahí videojuegos por menos de diez euros que a la mayoría le parecen aburridos porque son lentos y hay que pensar.
Hay mucha gente que se queja de la repetición de esquemas y fórmulas pero lo hace con una venda en los ojos. Desde este blog he querido señalar a menudo la poca visión que tienen algunos aficionados al no contemplar otras opciones tan interesantes como las que nos llegan desde el sector independiente, por ejemplo. Tengo que sumar a esto los viejos géneros, medio olvidados y minoritarios, de la aventura gráfica y la estrategia, que ponen a prueba nuestro intelecto y de los que seguimos recibiendo algunas joyas, por suerte más numerosas últimamente.
Requieren su tiempo y también un poco de paciencia, es cierto, pero no más de la que se necesita para dominar algunos de los más difíciles juegos de plataformas o arcade. Solamente es una cuestión de acostumbrarse a experimentar con sosiego otro tipo de emociones.
Tus sensaciones me son muy familiares, eso me pasa mucho con los videojuegos (salvo con los plataformas que puedo jugar millones sin cansarme) pero me gusta intercalar géneros, y por supuesto no soy para nada reacio a los juegos pausados donde la materia gris es la autentica protagonista de nuestro avance, aunque admito que si echo la vista atrás estos son minoría.
ResponderEliminarDonde esto que cuentas lo noto aún más acusado (incluso más que en los videojuegos) es en la literatura, soy incapaz de leerme dos libros seguidos del mismo género.
Yo también intento cambiar de géneros a menudo. Una razón es que me gustan todos y la otra es que la variedad hace que no me canse.
EliminarQuería centrarme en el artículo, sobre todo, en esa gran diferencia que hay entre los videojuegos de habilidad con los que requieren estrujarse el cerebro, aunque sea un poco. A veces son tan distintos unos de otros que ni siquiera parece que hablemos del mismo tipo de entretenimiento y sin embargo, los disfruto todos. De hecho, mis dos géneros preferidos son las plataformas y las aventuras gráficas.
Yo creo que la gran mayoría de los aficionado a los videojuegos tenemos esta tendencia a movernos de un extremo a otro, entre lo pausado y lo frenético. En mi caso hay épocas (como ahora) en las que tengo que tener un juego en cada extremo de la balanza y lanzarme a por uno u otro según el momento para no acabar aborreciendo a ninguno.
ResponderEliminarPS: Fíjate lo despistado que ando que ayer vi Primordia en la portada de Steam y lo obvié sin prestarle mucha atención. Menos mal que he leido tu artículo.
Sobre Primordia no puedo asegurar que sea una aventura sobresaliente porque solamente he jugado a la demo. Lo que de momento he visto parece una mezcla entre Beneath a Steel Sky y The Dig.
EliminarEn mi caso también me pasa lo mismo. Es más hay veces que puedo tocar varios géneros en un mismo día ya que a lo mejor me apetece jugar una hora a un juego de puzles y cuando me he cansado de pensar o me he frustrado porque no he encontrado la solución, me paso a un shooter.
ResponderEliminarSupongo que eso pasa porque no estoy digamos "cerrada" ni suelo tener preferencias por ningún género. Es decir, juego a todo aquello que se me ponga por delante y me acabe gustando. Además agradezco esta diversidad ya que sino, me temo que si jugara todo el rato a lo mismo acabaría aborreciéndolo.
Por ese motivo he dicho en varias ocasiones que lo mejor es tocar todos los géneros, sin manías. Es la mejor forma de no aburrirse y de seguir encontrando cosas interesantes.
EliminarMe pasa exactamente lo mismo. En mi caso y juegue a lo que juegue, siempre tengo una aventura gráfica instalada y es que no siempre me apetece ponerme nervioso y lo que quiero es pensar y relajarme delante del ordenador. Siempre que pienso en esto me viene a la cabeza la aventura "Moment of Silence". Mira que no es perfecta pero me dejó marcado justamente por esto, por compartir esos momentos de calma delante del ordenador.
ResponderEliminarBuena reflexión Cyber.
Ahora que lo dices, conozco esa aventura porque he visto algunas imágenes en Adventure Gamers, pero nunca me había llamado especialmente la atención. He buscado en GOG pero no la tienen en el catálogo; quizá más adelante me la compre si la encuentro en otra tienda.
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