Desapercibidos

Al hablar de Reprisal en mi anterior artículo, comentaba que a pesar de ser un buen juego es bastante desconocido pues apenas se ha nombrado en la red, incluso en las páginas dedicadas exclusivamente al software independiente. Aunque probablemente no merezca ser uno de los más destacados del año, tampoco es justo que no salga del cajón del olvido, teniendo en cuenta que otros mucho peores llegan a tener buena prensa y sus nombres se repiten con mayor frecuencia.

Esta canción se repite desde que se inventaron los videojuegos, de manera que algunos títulos dignos de cierta consideración han acabado pasando desapercibidos y por consiguiente olvidados. Sus errores han sido no tener suficiente atractivo, carecer de la publicidad adecuada, navegar contra la corriente de la moda imperante o convivir bajo la alargada sombra de otro juego contemporáneo que se llevaba todas las atenciones. Por esa razón voy a nombrar algunos que pasaron sin pena ni gloria y que a mi entender merecían mejor suerte, al mismo tiempo que os invito, como suele ser habitual en este blog, a que participéis rompiendo una lanza en favor de algún desapercibido de vuestro agrado.

The Treasure Of Uşas

Al hablar de la vieja Konami, la de las memorables recreativas y las fantásticas versiones para NES y MXS, casi todos acabamos acordándonos de Gradius, Track & Field, Shao-Lin's Road, Yie Ar Kung-Fu, Contra, Antarctic Adventure, King's Valley, Knightmare o Metal Gear, que son algunos de los mejores juegos de una larga lista de nombres que la empresa japonesa publicó en la década de los 80. Sin embargo, aunque los usuarios de MSX2 lo suelen considerar entre sus favoritos, The Treasure Of Uşas es un desconocido para el gran público, que incluso no habiendo disfrutado de este sistema, sí le suenan otros títulos.

The Treasure Of Uşas es una divertidísima aventura de acción y plataformas, cruce entre The Maze Of Galious y Vampire Killer, en el que controlamos a dos personajes con habilidades diferenciadas para descubrir los secretos de unas antiguas ruinas, habitadas por toda clase de monstruos. A lo largo del juego podremos ir mejorando las cualidades de nuestros personajes a nuestra conveniencia, necesarias para superar los peligros de las diferentes mazmorras.

Blood Bros.

Este juego de recreativa del año 1990 es de TAD Corporation, la misma empresa que hizo Cabal, y su planteamiento es el mismo: Un protagonista visto en tercera persona desde una perspectiva trasera con el que debemos disparar a todo lo que se mueva mediante un punto de mira, mientras al mismo tiempo esquivamos los proyectiles enemigos moviéndonos en un eje horizontal.

Mientras en Cabal controlamos a un soldado de finales del siglo XX, en Blood Bros. tenemos a un indio y un vaquero en los típicos escenarios de una película del oeste americano.

Seguramente Cabal es una recreativa más conocida por la novedad de su planteamiento y porque fue comercializada en Japón por una empresa importante como Taito, además de contar con versiones en distintas computadoras de la época e incluso para la videoconsola NES, pero Blood Bros. es un juego mucho más variado, bonito y divertido. En modo cooperativo para dos personas se disfruta muchísimo.

James Pond 3

En la época de los sistemas de 16 bits, el género de las plataformas era el rey, pero a pesar de haber sido publicado en Mega Drive, Super Nintendo, Amiga, Amiga CD32 y Game Gear, James Pond 3 no es uno de los juegos más populares. No tiene unos gráficos maravillosos ni un personaje llamativo, pero es difícil, largo y sobre todo, tiene divertidísimas plataformas, grandes mapas y muchas fases y lugares ocultos.

Aparte de los obvios Sonic, Mario, Donkey Kong o incluso Bonk, hay muchos juegos conocidos como Ristar, Plok, Chuck Rock, Aladdin o Prehistorik Man. James Pond 3 no puede competir con la mayoría en el aspecto visual, pero para un aficionado a las plataformas como yo, fue una gran compra y me gusta más que estos últimos que cito.

La luna está hecha de queso y el malvado Doctor Maybe quiere apoderarse de esta mercancía para dominar los mercados. James Pond, agente secreto de la organización FI5H, deberá impedírselo. El sistema de juego y el modo de acceder a cada fase es similar a cualquier Super Mario, pero con una gran diferencia: James Pond lleva unas botas que le permiten caminar por el techo. Sumando eso a la gran cantidad de secretos y que en ciertas fases has de buscar algunos objetos, acabarlo es cuestión de dedicarle un montón de horas.

Equinox

En 1993 salió para Super Nintendo un juego llamado Equinox y a pesar de sus llamativos gráficos pasó más bien desapercibido, quizá por la mala prensa. En Equinox manejamos a un mago en un mundo formado por mazmorras en perspectiva isométrica, de clara inspiración en el clásico Knight Lore. Al igual que en aquel, tendremos que encontrar una serie de objetos para poder completar la aventura, aunque aquí nos enfrentaremos, además, a varios monstruos guardianes. Saltos aparentemente imposibles, objetos y habitaciones ocultas, cientos de trampas mortales y mapas laberínticos es lo que uno se encuentra en este juego.

El gran problema de Equinox, si es que se puede llamar así, es su gran dificultad. Supongo que el intento de rescatar del olvido un tipo de aventura de plataformas que se había hecho muy popular en los años 80, no fue una gran idea, dado que las modas dictaban otro estilo más asequible para jugadores menos pacientes. Sin embargo, para alguien que se había criado con Knight Lore, Alien 8, Head Over Heels y el Batman de Jon Ritman y Bernie Drummond, Equinox no era un castigo, sino una evolución de todos estos y un gran regalo para los jugadores que buscamos grandes retos.

The Neverhood

Este juego que usa una técnica de animación con plastilina fue publicado en PC y también en PlayStation (aunque solamente en Japón) por DreamWorks Interactive. Se trata de una aventura humorística por pantallas en la que tenemos que resolver acertijos y rompecabezas lógicos, similar a los actuales Machinarium o Botanicula, de Amanita Design.

Pienso que The Neverhood es uno de esos juegos que no pertenecen a su tiempo y por ese motivo pasó desapercibido para mucha gente. Estábamos en la segunda mitad de los años 90 y el género de las aventuras gráficas estaba en declive, así que fue un fracaso en ventas, a pesar de su gran calidad.

Bajo esa apariencia infantil se esconde una pequeña joya para adultos en clave de humor, con algunos puzles bastante complicados y una música fabulosa. Si no me equivoco está descatalogado actualmente y es una verdadera lástima porque merece ser jugado.

Psychonauts

Imagina un juego de plataformas en 3D con el aspecto de Banjo-Kazooie, pero multiplica sus locuras por mil, añade una parte de aventura y ponle un montón de diálogos humorísticos que parecen sacados de algún Monkey Island alternativo.

Cuando salió en el 2005 fue un absoluto fracaso en ventas, aunque con el tiempo se está convirtiendo en un juego de culto. No sé si por aquel entonces aún no estábamos preparados para un juego tan raro o es que ya no nos hacían gracia las animaladas de Tim Schafer, pero esa fue la cruda realidad para Double Fine Productions. Lo que sí tengo claro es que merecía mejor suerte.

El argumento del juego trata sobre Raz, un chico con poderes psíquicos que descubre una conspiración en el campamento de los Psychonauts, formado por otras personas con habilidades mentales. Para resolver el misterio, Raz tendrá que entrar en las mentes de estos individuos, que no son más que un reflejo de sus personalidades en forma de alocados mundos de plataformas.