Las notas

Me gustaría revisar la costumbre que muchos seguimos practicando de puntuar con una nota los juegos analizados. Coexisten varios métodos de calificación, como la escala del cero al diez que yo uso o incluso hasta el cien como hacen otros. Hay quien se queda con cinco puntos que en algunos sitios he visto representados con estrellas u otros símbolos, en vez de con números, pero el significado es el mismo.

Sobre el asunto podríamos hacer varias consideraciones y discutirlas, como por ejemplo por qué se sigue aplicando ese método de disección de un videojuego que consiste en sacar una media aritmética entre los distintos apartados técnicos, la diversión obtenida y la duración, dándole así el mismo valor a su longitud o a su aspecto gráfico que a su disfrute.

Por otro lado, también nos podemos preguntar cuál es el mejor baremo de cuantos conocemos. Por ejemplo, lo de valorar hasta los cien puntos (o usar decimales en la escala del cero al diez) es precisamente un vestigio de esa costumbre de sacar la media aritmética, pero es que incluso hay quien se atreve a hacerla sin sumas y divisiones, sino a ojo de buen cubero. Yo diría que usar esa escala tan grande nos obliga a poseer una increíble perspicacia y tino, o al menos yo confieso que después de treinta años de afición aún soy incapaz de discernir cuál es la diferencia entre un juego con una nota de 83 y otro con una de 84.

A decir verdad, usando solamente diez números también me lo tengo que pensar seriamente antes de poner la nota a un juego. ¿Por qué escojo un siete en vez de un ocho? Sinceramente, siempre intento justificar mis razones, pero como este ejercicio no es de ciencias exactas mi decisión final no puede escapar de cierta arbitrariedad.

Quizá no haya que ser tan precisos y nos baste con una escala más reducida, de cuatro, cinco o seis valores y que ni siquiera tienen por qué ser numéricos. Con las palabras “malo”, “regular”, “bueno” y “excelente”, por ejemplo, sería suficiente, si no fuera porque el sistema decimal está tan arraigado en nuestra cultura que en muchas páginas (incluyendo esta) acaba siendo la opción escogida.

Las peculiares notas de IGN para el juego VVVVVV.

Aún diría más, ya que estamos en el asunto: ¿De verdad es necesaria la nota? Habiendo escrito con palabras una crítica a conciencia, ¿qué más puede añadir un número? Hace mucho tiempo que llevo haciéndome estas preguntas y aún así opté por puntuar los juegos cuando empecé con este blog. Mi motivo tiene una parte nostálgica, por aquello de no perder la vieja costumbre de rubricar el artículo con una nota, y otra parte práctica, ya que considero que tiene cierta utilidad porque puede servir para comparar unos juegos con otros.

Observo que algunos blogs han optado por prescindir de las calificaciones y no solo me parece razonable, sino también valiente, ya que estoy seguro de que las notas siguen siendo un buen reclamo para las visitas. Entre las páginas que visito con frecuencia, me parece especialmente interesante el método que usan los amigos de Nivel Oculto al adjudicar un icono con la palabra “recomendado” a los juegos que a su juicio merecen ser destacados.

Como siempre, dejo que expreséis vuestra opinión en los comentarios, pero esta vez no nos va a servir solamente para conocer los gustos de cada persona y dialogar sobre el tema. Os invito a que me digáis si os gustaría que dejara de poner una nota al final de mis análisis. Si hay una respuesta mayoritaria en uno u otro sentido, obraré en consecuencia.