Juego de plataformas. ¿Cómo lo prefieres?

Mi propósito era hablar solamente de los juegos de plataformas, pero aprovecho la coyuntura para inaugurar una sección que llevará por título "¿Cómo lo prefieres?". En este nuevo apartado haré una breve explicación sobre qué tipo de juegos nos podemos encontrar dentro de un mismo género y veremos cuán diferentes pueden llegar a ser unos de otros a pesar de llevar la misma etiqueta.

Tal como indicaba y ya que en mi anterior artículo se habló de las vidas ilimitadas de Rayman Origins, empezaremos por los juegos de plataformas. Mi intención será expositiva, sin entrar en análisis meticulosos, y de paso que cada cual nos hable de sus preferencias y también de lo que menos le gusta, a ser posible explicando sus motivos y nombrando algunos ejemplos. No se trata de llegar a ningún consenso, sino de entender que en la variedad está el gusto.

Bit.Trip Runner

Quizá para alguien que no tenga una gran afición por los videojuegos, el género de las plataformas se asocia invariablemente a ese muñequito gracioso e infantil que va dando brincos por un escenario de vivos colores. Nosotros sabemos que en realidad la definición es un poco más complicada. Lo es tanto que incluso a veces ni siquiera nos ponemos de acuerdo para decidir si un título con un fulano que dispara a diestro y siniestro puede ser tratado en el mismo apartado que los desarmados Sonic o Mario.

Quizá debería empezar por ahí. Teniendo en cuenta que muchos videojuegos de pegar tiros también lo son de plataformas, la primera clasificación sería para distinguir a estos de los títulos en los que el protagonista solamente puede derrotar a sus enemigos a base de golpes, saltando sobre ellos o bien está obligado a esquivarlos. Por citar algunos ejemplos conocidos, en el primer grupo tendríamos a Contra o Turrican, mientras que en el segundo están las antiguas sagas de Mario, Sonic o Alex Kidd.

Otra gran diferencia que se estableció sobre todo a partir de la salida de Super Mario 64, nos lleva a distinguir entre los que están representados en dos dimensiones y los que se juegan en un entorno tridimensional. Como cualquiera de nosotros habrá podido comprobar, la disparidad entre las dos formas de representación no es solamente estética. En tres dimensiones, además de Super Mario 64, Galaxy o Sunshine, tenemos otros ejemplos como Banjo-Kazooie o Ape Escape. En dos dimensiones voy a citar uno antiguo y otro moderno, aunque por su aspecto este último parezca sacado del baúl de los recuerdos: Manic Miner y Bit.Trip Runner.

Alex Kidd In Miracle World

Voy a hacer otra distinción que me parece importante entre los que tienen un recorrido lineal y los que el escenario nos permite escoger distintos caminos. En el primer caso lo tradicional es ir avanzando de izquierda a derecha, aunque a veces cambiemos de dirección sin que eso suponga la posibilidad de escoger una vía alternativa. En el segundo grupo podemos encontrar desde juegos que nos dan cierta libertad para explorar, hasta el caso extremo de lo que llamamos "metroidvania", en el que nos movemos en un escenario inmenso sin apenas indicaciones de hacia dónde ir. Un ejemplo de juego lineal es Circus Charlie, mientras que Super Metroid es justo lo contrario en ese aspecto.

Para acabar, podríamos establecer ese otro grupo diferencial al que aludía en el segundo párrafo del texto: Los juegos de plataformas en los que tenemos un número determinado de vidas y los que nuestro protagonista posee un número ilimitado de ellas. Últimamente se ha puesto de moda este segundo método, seguramente porque posibilita que los jugadores menos hábiles no se sientan frustrados al tener que empezar un juego desde el principio cuando agotan sus oportunidades. Las vidas infinitas también permiten las situaciones extremadamente difíciles, donde la muerte deja de ser una penalización excesiva al desaparecer aquel famoso y fatídico cartel de "Game Over". Casi cualquier juego antiguo nos puede servir de ejemplo para las vidas limitadas, como Jet Set Willy o Castle Of Illusion; entre los que el protagonista tiene infinitas intentonas podemos encontrar los actuales Super Meat Boy o Rayman Origins.

Super Metroid

A grandes rasgos son los diferentes grupos que se me ocurren para los juegos de plataformas, aunque seguramente podríamos distinguir alguno más. Si tuviera que escoger, prefiero los que son en dos dimensiones, en los que no tengo que disparar (especialmente me gustan los que obligan a saltar en la cabeza del enemigo), con grandes escenarios, pantallas ocultas y distintos caminos que explorar, y un número limitado de vidas para que tengas que pensarte bien los saltos difíciles.

Lo más gracioso sobre mis gustos es que ni siquiera puedo decir que tengan que cumplir una regla fija, ya que entre mis videojuegos favoritos se encuentran algunos que no lo hacen, como VVVVVV o Banjo-Kazooie. Me gusta que así sea porque es indicativo de que los grandes juegos están incluso por encima de mis etiquetas predilectas.