The Maze Of Galious

Empezando el año nuevo, creo que es el momento idóneo de escribir este análisis de un título tan especial para mí y por lo que he ido comprobando desde hace años al leer en Internet, de muchísima gente de todo el mundo. The Maze Of Galious es un juego de Konami del año 1987 para los ordenadores personales MSX. En aquella época, los que teníamos cierta experiencia con este sistema sabíamos que Konami era siempre sinónimo de calidad, pero cuando llegó a mis manos como un regalo, aunque bien es cierto que tuve la oportunidad de elegir entre otros, nunca hubiera imaginado el acierto que iba a tener al escoger este cartucho fijándome en las imágenes de la contraportada.

Por aquel entonces yo no conocía el juego Metroid, como tampoco había nacido aún la saga Castlevania, pero The Maze Of Galious pertenece a este género que solemos llamar "metroidvania", es decir, una mezcla entre aventura de exploración, plataformas y arcade de acción. En realidad, quizá deberíamos volver a bautizarlos a todos, pues fue este título el que sentó las bases para las futuras entregas de los vampiros de Konami.

Argumentalmente, The Maze Of Galious nació como la continuación del también mítico Knightmare, en el que encarnábamos al guerrero griego Popolon, donde mediante un desarrollo similar a los arcades de scroll vertical, debíamos rescatar a la diosa Afrodita. En esta segunda parte, que continua justo donde acabó la primera, tenemos que salvar a Pampas, futuro hijo de Popolon y Afrodita, que ha sido raptado antes de nacer por Galious, señor infernal y responsable del asalto al castillo del valiente guerrero en su ausencia.

El castillo es inmenso y dudaremos en ciertos sitios sobre qué camino tomar.

Así pues, en The Maze Of Galious tomamos el papel de Popolon y Afrodita, que se pueden intercambiar en cualquier momento durante la aventura. Esta vez nuestra perspectiva no es cenital, sino que está compuesta por pantallas en visión lateral, representando cada una de las estancias que forman el gigantesco castillo. Partiendo inicialmente con una espada como única arma, tendremos que encontrar la forma de acceder a los nueve guardianes y al mismísimo señor del infierno para derrotarlos y así liberar el castillo y al niño nonato.

Desde el primer momento tenemos una libertad absoluta a la hora de escoger los distintos caminos que nos llevan a lo largo del castillo. El único impedimento que tenemos para poder acceder a algunas pantallas será nuestra falta de habilidades, que vamos adquiriendo conforme encontramos ciertos objetos ocultos, ora tras algunas rocas que podemos romper, ora como artículos a la venta en tiendas y santuarios. El inventario de objetos es numeroso y de lo más variado, desde escudos que nos servirán para bloquear distintos proyectiles, unas botas que nos permiten correr o varias armas secundarias, imprescindibles para destruir a nuestros enemigos. Además de estos objetos imperecederos, encontraremos también otros artículos consumibles: Munición para nuestras armas secundarias, dinero para comprar y llaves para abrir las puertas cerradas.

Es necesario encontrar la multitud de objetos que nos ayudarán en nuestra aventura.

Nuestro objetivo, como señalaba, es encontrar a los demonios guardianes. Para llegar hasta ellos tenemos que localizar las entradas a cada uno de los mundos que los albergan. Estas puertas solamente se podrán abrir en un orden determinado, de una en una, usando la llave maestra que obtendremos al derrotar al guardián del mundo anterior. Cada uno de estos mundos está formado por varias pantallas independientes del castillo principal, en las que podremos obtener un mapa, útil para ver nuestra situación y la del demonio, un frasco de agua bendita, que nos permite matar al guardián solamente con la mitad de golpes y una vara que nos dota de la habilidad de no consumir munición de las armas secundarias durante la batalla contra el demonio. 

Estos objetos solamente tienen utilidad en el mundo al que pertenecen, pero en realidad lo más importante de todo es averiguar el nombre del guardián, ya que para enfrentarnos a él tendremos que invocarlo. La única forma de hacerlo consiste en usar una lupa, que previamente tendremos que comprar en un lugar del castillo, para poder inspeccionar las distintas lápidas que encontraremos en cada mundo; en una de ellas se encuentra inscrito el nombre del gran demonio, que tendremos que teclear en la pantalla indicada por el mapa para que se materialice. Al derrotar al guardián, obtendremos la llave maestra para abrir la puerta del siguiente mundo y aumentará el nivel máximo de la barra de salud del personaje que estemos usando en ese momento.

El nombre del guardián está grabado en alguna lápida.

Las habilidades y puntos débiles iniciales de Popolon y Afrodita son ligeramente distintos. Los ataques del primero son más fuertes, lo que le permite romper piedras con menos golpes. Por contra, Afrodita es la única que puede entrar en algunos templos sagrados y resiste más tiempo bajo el agua, mientras que Popolon perecerá rápidamente al sumergirse. Al margen de estas pequeñas diferencias, el manejo de ambos es similar y de hecho lo aconsejable es alternar entre los dos para poder sobrevivir hasta el final, repartiendo la experiencia obtenida al derrotar a los guardianes demoníacos.

Aunque podemos tomar el camino que queramos, lo aconsejable es tener presente varias consideraciones, que de una u otra manera han sido imitadas o han servido como ideas en posteriores juegos de este género: Cada vez que recibimos un golpe, decrece nuestro nivel de salud, aunque al matar enemigos aumenta el de nuestra barra de experiencia, de manera que al completarse recuperamos toda nuestra vida. Cuanto más nos alejamos de la pantalla en la que empezamos la aventura, más difícil es el juego, pero es necesario explorar el castillo para encontrar los objetos más útiles y poderosos, algunos ocultos de tal manera que nos obligarán a buscar concienzudamente. De la misma forma, podemos transportarnos hasta el santuario principal del castillo si tenemos un objeto en forma de halo; en este lugar obtendremos una contraseña que podremos usar para continuar el juego sin perder el progreso conseguido.

Hay puertas que nos llevan a mundos ocultos, donde se esconden los grandes demonios.

Es cierto que han pasado muchos años desde que lo descubrí y desde entonces la técnica ha mejorado mucho, pero aún me sigue impresionando la calidad de este juego. No solamente se trató de un título que destacó por su gran nivel gráfico y de sonido, además de por la exquisita planificación de su mapa, objetos y enemigos, sino por la cantidad de ideas completamente nuevas que aportó al mundo de los videojuegos, dotándolo de una complejidad y originalidad casi sin precedentes. Por estos motivos os invito a jugarlo si no lo conocéis, ya que salvando el paso de los años sigue siendo un juego muy divertido y probablemente mi favorito de todos los tiempos. Mi nota, obviamente, es esta:

- 10 -