Reprisal

Reprisal es una revisión para PC del conocido juego Populous, de Bullfrog, así que podría resumirlo con esa etiqueta de "god game" que se suele usar para distinguir a esta clase de títulos. Quizá por su sencillez, porque no está en Steam (de momento, al menos) o porque su aspecto minimalista hace que pase desapercibido, no se le ha dado bombo en Internet y es una lástima porque merece ser jugado.

De hecho, hacerlo es tan fácil como entrar en su página y probarlo de forma gratuita y por eso os invito a darle una oportunidad. Quizá alguien se anime a comprar la versión de pago, que cuesta 5€ y tiene más escenarios y mejor música. ¿Aún hay quien piensa que todos los juegos baratos son malos? Pues de eso nada.

En Reprisal jugamos el papel del dios de una tribu y en cada uno de los escenarios nos tenemos que ocupar de que nuestro pueblo crezca y aniquile a sus vecinos. Para conseguirlo disponemos de los poderes elementales de la tierra, el viento y el fuego, que iremos ampliando a lo largo del juego al recoger los emblemas que representan cada una de las habilidades disponibles. Con el maná obtenido según pasa el tiempo, seremos capaces de usar estos poderes.

Un bonito escenario helado sobre el que edificaremos un imperio.

Nuestra aptitud primordial es la de transformar el terreno circundante con el desmonte o terraplenado del área en la que se encuentra nuestra tribu. Allanando el suelo haremos que nuestro pueblo crezca, se expanda y construya mejores fortines para su defensa. Nuestra principal baza será siempre la superioridad numérica frente al enemigo, así que la carrera por el espacio vital es la más importante para salir victoriosos en cada contienda.

En las primeras fases del juego aprenderemos esta y otras funciones básicas que sumaremos a nuestros poderes por cada tótem recogido en distintos mapas. Estas habilidades tienen un coste de maná y nuestra estrategia se basará en usarlas en el lugar y momento más oportuno, teniendo en cuenta que la mayoría tienen un poder destructivo tan grande que puede afectar también a nuestra tribu. Entre las más interesantes podemos encontrar la posibilidad de escoger un líder y transformarlo en un héroe, ordenar que nuestros ciudadanos se dirijan a un punto indicado, invocar una lluvia de fuego, la aparición de un volcán, un tornado devastador o incluso un maremoto.

La conquista del desierto acaba con un ataque al ejército rojo.

En algunas fases solamente tendremos un pueblo como adversario, pero en otras habrá varios que también se pelearán entre ellos. En este segundo caso habrá que idear la mejor estrategia para crecer rápidamente, no quedarnos atrapados entre dos o más flancos y atacar al pueblo adecuado en el mejor momento, con el objetivo de conquistar su terreno y fortificaciones para agrandar nuestro imperio y aumentar así nuestro poder.

En resumen, el atractivo de Reprisal es una mezcla de la sencillez con la satisfacción que brindan los juegos de conquista. Si bien es verdad que llega a hacerse algo repetitivo y que con algunas opciones más y una mejor inteligencia artificial sería un juego más completo, al no ser demasiado largo se disfruta durante las pocas horas que cuesta acabarlo.

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