Control parental

Los videojuegos actuales llevan en sus estuches un sistema de información para el control parental, pero algunos padres lo desconocen. ¿Sabéis cuál es el problema? Que muchos de estos padres ni siquiera se plantean que hay juegos para adultos. Aquella idea de que los videojuegos son solamente ese producto de entretenimiento para niños, con graciosos personajes y coloridos escenarios, aún perdura.

El sensacionalismo habitual de los medios de comunicación generales no ayuda, pues en vez de informar, alimentan la polémica. De vez en cuando, en algún medio se recrean en las noticias con la aparición de un nuevo título violento y notorio; acto seguido, como si de una enfermedad contagiosa se tratase, las cadenas de la competencia repiten las mismas nuevas, copiando también la pose escandalizada.

La verdad es que nada de esto me extraña, pues vivimos en una sociedad hipócrita. Tenemos el yugo del lenguaje políticamente correcto, donde lo importante para algunas personas es decir "ciudadanos y ciudadanas", no que las mujeres cobren los mismos sueldos que los hombres. A ciertos sectores les parece escandaloso que sus hijos vean a dos personas haciendo el amor en una película, pero al mismo tiempo les enseñan que para triunfar en la vida han de hacerse ricos a toda costa. Se practica con total normalidad la competencia descarnada y la picaresca en todos los ámbitos sociales y económicos, pero que nos riamos al partir un zombi por la mitad en un videojuego les parece intolerable.

Dejando aparte estos ejemplos del fariseísmo dominante y volviendo al asunto del control parental en los videojuegos, quería decir que no me parece mal que se regulen estas cosas. Creo que puede ser una buena guía para los padres, que si se preocuparan por mirar esta información, les podría servir para conocer el tipo de producto que pensaban adquirir y decidir si es adecuado para sus hijos.

Cabe precisar también que esta información es orientativa. Insisto en este matiz, pues no creo que las indicaciones del control parental tengan por qué ser aplicadas a rajatabla. Fijémonos en el sistema europeo PEGI para explicar lo que quiero decir y voy a citar algún ejemplo: Cojo el estuche de Rayman Origins y me  dice que es adecuado para mayores de 7 años, además de avisarme con los símbolos de contenido violento y situaciones de miedo; sinceramente, creo que es un juego bastante inocente y poniendo estas advertencias se han curado en salud, cuando perfectamente podría ser apto para todos los públicos.

PEGI 18.

Tomaré un par de ejemplos más. En Stalker - Shadow of Chernobyl - nos informan de que es adecuado para mayores de 16 años y añaden los símbolos de contenido violento y uso de drogas. Me causa extrañeza que no hayan puesto el símbolo del miedo, cuando sí lo habían hecho en Rayman Origins. Aún así no me voy a poner puntilloso, pues creo que siendo recomendado para mayores de 16 años, se sobrentiende que puede causar miedo a los niños (y aseguro que también a los adultos). La otra caja que tengo en la mano es de Fallout 3 y aquí me encuentro con la advertencia de los 18 años, lenguaje soez y violencia. Creo que no tengo nada que objetar; incluso se le pueden poner más símbolos, como el de uso de drogas, al menos, pero la verdad es que advirtiendo de que es un producto destinado a adultos, todo lo demás es secundario.

Dicho esto, insisto en que todas estas indicaciones son muy relativas. Al margen de su función informativa, la última palabra la deberían tener los padres o tutores que compran estos productos. Como he apuntado anteriormente, pienso que a veces se cargan las tintas en cosas que en realidad no tienen tanta importancia como nos quieren hacer ver, mientras que vivimos el día a día con noticias verdaderamente inmorales. Yo he crecido con videojuegos de pegar tiros y películas del "destape" y puedo asegurar que no me han traumatizado. En cambio, sí me produce un gran pesar que se haya ensalzado estos últimos años a ciertas personas mientras se enriquecían a costa de otras y pocos medios hayan denunciado desde el principio este tipo de violencia.