The Witcher

Hace años que no me fío de los videos promocionales de los videojuegos. Un video con un buen montaje y escenas espectaculares sirve para captar la atención de los aficionados, pero difícilmente podemos adivinar si el juego será bueno o malo. No suelo prestar demasiada atención a este tipo de publicidad, más cuando habitualmente suelen mostrar pocas escenas de juego real y sí muchas cinemáticas.

También he ido perdiendo interés paulatinamente en el género del rol, del cual soy muy aficionado, ya que los juegos actuales poco tienen que ver con los clásicos que me han hecho disfrutar muchas horas. Hace tiempo que las desarrolladoras, con la intención de llegar a más público, abusan de la introducción mecánicas más propias del género de acción en sus juegos de rol, de manera que se ha perdido parte del componente estratégico que sí encontramos en los clásicos y que para mí los hacía más interesantes. Es por esto que cuando salió The Witcher en el año 2007, nunca pensé que pudiera ser un juego que me llegara a gustar y más viniendo de una empresa polaca que no conocía, de manera que no lo tuve en cuenta como opción de compra.

El caso es que desde hace unos meses y a raíz de las ocasionales ofertas, en algunos foros y blogs que frecuento estaba leyendo valoraciones muy positivas sobre el juego. Por fin, estas pasadas navidades decidí comprarlo cuando lo pusieron durante unos días a muy buen precio.

¿Entro en la ciudad a buscar el burdel o sigo aquí plantado, mirando el paisaje y mojándome?

The Witcher es un juego de CD Projekt y está basado en una saga de novelas de fantasía del escritor polaco Andrzej Sapkowski. El protagonista, Geralt de Rivia, es un brujo que se dedica a cazar monstruos, cobrando recompensas por este trabajo. En el juego el brujo empieza siendo rescatado por un compañero, al borde de la muerte y habiendo perdido la memoria. Al ponernos en la piel del amnésico, tenemos que ir aprendiendo quién es y lo que es capaz de hacer. Con esta premisa, la historia del prólogo del juego funciona a modo de tutorial, en donde nos irán enseñando poco a poco las acciones básicas. Tengo que decir que al principio pensé que no había acertado comprando el juego, pues esta parte es completamente lineal y se me hizo algo aburrida, aunque supongo que es la mejor forma de introducir a los jugadores no experimentados en un juego que luego resulta mucho más complejo.

Una vez acabado el prólogo, entramos en el primer capítulo, donde comienza realmente la aventura como tal. Una historia adulta, de investigación e intriga, en donde no hay ningún tipo de censura para la violencia, el sexo o el comportamiento mezquino o ambiguo de sus personajes, alejados de los tópicos que tanto me molestan de las habituales historias de fantasía de malos malotes, caballeros inmaculados, grandes gestas y conversaciones infantiles. A partir de aquí nos daremos cuenta de la libertad de acción y posibilidades que tenemos, en escenarios grandes en los que nos podemos mover libremente, realizando nuestros cometidos como queramos y sin un orden establecido. Un mundo en el que sus personajes tienen sus horarios y sus vidas, con rutas programadas para que no los encontremos siempre en los mismos sitios ni nos contesten siempre con los mismos diálogos, dándole al juego una sensación de mundo real y de vida que no encontramos en otros títulos del género, donde sus personajes no son más que monigotes estáticos.

Un campamento bastante peligroso.

El brujo Geralt de Rivia es una mezcla de espadachín, mago y alquimista. Disponemos de dos armas principales, que son una espada normal y otra de plata, que resulta más efectiva contra cierto tipo de monstruos. Cuando se acerca un enemigo, el puntero cambia y podemos desenfundar una de nuestras espadas. Hay tres estilos de lucha: El fuerte, con movimientos más lentos pero más contundentes, el estilo veloz, con espadazos más rápidos y el de combate contra un grupo. Dependerá del tipo de enfrentamiento y enemigo que escojamos uno u otro. La elección es libre, así que habrá que averiguar cuál es el más indicado para cada situación. La forma de pelear no consiste en apretar el botón rápidamente para dar golpes, sino que tenemos que llevar un ritmo. Cuando el puntero cambia de aspecto, tenemos un breve instante en el que debemos pulsar el botón para dar otro espadazo, de forma que se van encadenando los golpes. Si somos demasiado lentos o demasiado rápidos, se pierde el ritmo y la lucha no es efectiva. Conforme vamos ganando mayor habilidad en la lucha a lo largo del juego, nuestro estilo es más complejo, con series de golpes seguidos más numerosos y efectivos.

En ciertos lugares de poder que encontraremos a lo largo de la aventura, aprenderemos unos signos mágicos. Estos poderes son de diversa índole, tanto defensivos como ofensivos, como la capacidad de generar un ataque con fuego, crear una barrera de protección o derribar obstáculos y adversarios.

Tiran las mascotas al váter y luego pasa lo que pasa.

Para la supervivencia necesitaremos además usar los conocimientos alquímicos del protagonista. Tenemos la capacidad de elaborar pociones, ungüentos y explosivos si poseemos los ingredientes adecuados. Debemos preparar pociones para ver en la oscuridad, drogas para regenerar nuestra salud rápidamente, para aumentar nuestra velocidad en la esgrima y muchas otras ayudas y protecciones. Para averiguar las distintas mezclas podemos probar con ingredientes al azar, aunque seguramente acabemos envenenados. La mejor forma de aprender fórmulas útiles es recabando información de libros o de alguien que conozca alguna mezcla. Todas las pociones tienen cierto grado de toxicidad, por lo que el abuso en la ingestión continuada de estas ocasionará problemas en nuestro organismo, pudiendo llegar incluso a la muerte. Con los ungüentos podemos embadurnar nuestras armas de veneno y otras sustancias que nos ayuden a acabar con los distintos tipos de enemigos.

Según vamos avanzando en el juego en la resolución de la trama principal y otras misiones secundarias, vamos adquiriendo experiencia. Al subir de nivel nos otorgan varios talentos, que sirven para mejorar los atributos del personaje. Podemos gastar los talentos aprendiendo nuevas habilidades de la forma que deseemos, tanto de esgrima como potenciando las señales mágicas.

Hay multitud de objetos de utilidad en el juego, aparte de los ingredientes alquímicos. Muchos de ellos no sirven más que para sacar unas monedas si los vendemos, pero algunos son útiles para otro tipo de cosas muy diversas. Con las runas y piedras meteoríticas un herrero nos puede forjar mejores armas. Regalando el objeto adecuado, ciertas personas nos ayudarán en nuestra aventura. El alcohol, además de base para elaborar pociones, puede ser usado en las conversaciones con algunos individuos. Si nos tomamos unas copas con algunos personajes, se les soltará la lengua y quizá nos den la información que necesitemos o simplemente se muestren más amistosos. El precio que tenemos que pagar, además de invitar a las copas, es que podemos acabar borrachos, con visión doble y sin apenas poder andar. Si no tenemos el aguante suficiente, podemos llegar a perder el conocimiento.

Al final acabo recogiendo de todo y acumulándolo como si tuviera síndrome de Diógenes.

Existen otras formas de relacionarnos con la gente y que también nos harán ganar dinero o conseguir información: El boxeo y los dados. Podremos boxear contra ciertas personas y apostar unas monedas, siempre que acepten la pelea. Haciendo indagaciones podemos averiguar quién juega a los dados; si tenemos la suficiente fama y nos consideran dignos adversarios, aceptarán el reto y tendremos que apostar nuestro dinero en varias rondas de póker.

El amigo Geralt, además de ser una máquina de matar, es también un donjuán. La gente suele ser bastante racista con él, pero en cambio a las mujeres las pone cachondas. Si somos hábiles en las conversaciones o las obsequiamos con un regalo adecuado, el brujo se llevará a la cama a un montón de personajes femeninos que aparecen en la aventura. Al hacerlo, nos dan una carta con una ilustración erótica, así que otra parte divertida del juego será conseguir seducir a todas las mujeres que podamos.

Mujer, si te pones así...

Dicho todo esto, es evidente que The Witcher es un juego muy completo, por lo que se incluye una biblioteca con todos los elementos que vamos descubriendo en el juego, como si de un cuaderno de apuntes se tratara. Los datos se van recopilando y actualizando a medida que obtenemos más información. Es una forma muy útil de no perdernos en la trama, ya que podemos consultar las misiones que estamos realizando y su estado, los ingredientes conocidos, las pociones, los monstruos, lugares y los personajes que vamos conociendo.

Concluyo así el análisis, asegurando que The Witcher me parece un buen juego de rol. Hay algunas misiones que quizá no sean demasiado divertidas, e incluso hay momentos en los que la trama, al ser tan compleja y disponer de tanta libertad de acción sobre cómo resolverla, nos puede llevar a pequeñas incongruencias en el guión de la aventura, pero son fallos menores y perdonables. La suma de una buena historia y de un conjunto de elementos de juego que me gustan hacen que a mi entender se merezca la siguiente nota:

- 8 -