Malos buenos

Cuando se habla de los protagonistas en los videojuegos, lo habitual es que se haga referencia únicamente a los héroes que manejamos, desde los luchadores de algunas míticas recreativas, pasando por la guerra entre Sonic y Mario, la aventurera Lara Croft de Tomb Raider, o en la actualidad Kratos de God Of War, por poner varios ejemplos.

En el cine, todos hemos escuchado alguna vez aquello de que un buen villano hace una gran película. También en los videojuegos hay ejemplos en los que "los malos" (también llamados a veces "jefes" o "monstruos") están a la misma altura que algunos de los mejores héroes, adquiriendo también ese protagonismo que los hará imborrables. Son estos los que yo llamo "malos buenos".

Haciendo un repaso mental sobre mis villanos favoritos, voy a nombraros algunos de los que me estoy acordando, sin ningún tipo de orden o preferencia.

Death Adder (Golden Axe)

El juego mítico de Sega guarda muchos y buenos recuerdos para mí, pero uno de los más impactantes es el encuentro en la batalla final contra este gigante brutal, equipado con el hacha dorada y un casco que le cubre el rostro y le da un aspecto casi inhumano. Cuando lo ves por primera vez, sabes que te va a pegar una paliza terrible.

Kraken (Shining Force II)

No me gustan mucho los juegos de rol japoneses, pero existen varias excepciones y seguramente este sea mi JRPG favorito. En cierto momento, avanzada ya bastante la aventura, tienes que recorrer un río en una balsa y te topas con el enemigo más grande, sin posibilidad apenas de moverte por el espacio reducido en el que vas y al que apenas le afectan tus ataques. Un jefazo en toda regla, tan difícil de vencer o más que algunos que aparecen llegando al final del juego.

Yomar (The Maze Of Galious)

Si hiciera otra lista de mis juegos favoritos de todos los tiempos, este iría el primero. Cuando vi por primera vez la contraportada de la caja, una de las pantallas que aparecían era la lucha contra un esqueleto gigantesco de dragón demoníaco. Entonces supe que tenía que comprarme ese juego. Desde luego Yomar no es el demonio más difícil del juego, pero la impresión que me causó de niño el tener que luchar con un bicho de tales dimensiones y con esa pinta no se me va a olvidar.

Tentáculo Púrpura (Day Of The Tentacle)

Los villanos de los juegos son habitualmente monstruos con una fuerza terrible, pero tratándose de una aventura gráfica de Lucas Arts, te puedes esperar cualquier cosa, con mucho humor, por supuesto. Que un tentáculo creado por un doctor chiflado se tome un residuo radioactivo, le crezcan brazos, se convierta en un megalómano que odia a los humanos y viaje a través del tiempo para convertirse en el amo del mundo, es una locura sublime. Cualquiera de sus diálogos y su extravagante apariencia le convierten automáticamente en uno de mis malos buenos sin discusión.

Cyberdemon (Doom)

El buque insignia de id Software consta de tres capítulos. Los monstruos finales del primero eran dos Barones del infierno que repartían de lo lindo y en el tercer capítulo, la asquerosa araña Spiderdemon daba bastante grima, pero el que se lleva el premio a uno de los mejores jefes es el Cyberdemon del final del segundo capítulo. Pocos monstruos dan tanto miedo como ese gigantesco minotauro con patas de cabra y partes robóticas, armado con un lanzamisiles que te deja frito de un solo zambombazo si te alcanza de lleno.

GLaDOS (Portal)

Ya habíamos visto en el cine y en algún otro videojuego que el malo contra el que tiene que luchar el protagonista es una inteligencia artificial. GLaDOS se convierte en el hilo conductor del guión de uno de los mejores juegos de la historia, cautivándonos con sus frases, a veces divertidas, otras veces malvadas o airadas, aglutinando lo mejor y lo peor de la mente humana, aunque no lo sea. Un personaje inolvidable.

Estos son algunos de mis malos buenos favoritos, pero hay bastantes más, aunque los dejo para otra ocasión.