viernes, 10 de febrero de 2012

Semana literaria: Los relatos de Kahos


Me alegra ver que os estáis animando a escribir para esta semana literaria del blog. Esta vez tengo el placer de incluir un par de relatos que me ha enviado Kahos, redactora e integrante (junto con el Sr. Zein) del magnífico blog que lleva por nombre La taberna SCUMM, donde podéis encontrar artículos de videojuegos, pero también de cine, literatura, informática y otros temas de opinión.

No quiero desvelar la sinopsis de las narraciones, así que directamente os emplazo a continuar leyendo para que las descubráis vosotros mismos. Recordad también que las puertas de mi buzón de correo siguen abiertas, esperando recibir más textos.

No os distraigo más, de manera que sigamos celebrando el bicentenario del nacimiento de Charles Dickens con las historias de Kahos.

La hacienda.

La muerte se quitó la raída capa que lo cubría, dejando ver un cuerpo esquelético y putrefacto, el cual daba a entender que en algún tiempo remoto había sido humano.

No muy próximo a donde se encontraba ésta, se hallaba un cortijo donde, en condiciones pésimas y duras, explotaban las tierras día tras día de su amo y señor.

Su amo, era un hombre cruel y avaricioso, el cual detrás de esta apariencia, se escondía un hombre solitario, el cuál estaba tan solo que únicamente tenía a sus pobres trabajadores haciéndole compañía.

La población de todo el reino se hallaba sumisa en el miedo. Hambre, frío, miseria, diagnosticaban lo que estaba próximo a ocurrir: la muerte no tardaría en hacerles una visita. Pero dudaban, si el estado de explotación que ocurría con su amo, era más mísero que la propia pobreza de no tener nada, ni siquiera un trabajo con el que ganar unos trozos de pan para su familia.

Al principio, muchos fueron los “rebeldes” que cuestionaron su situación, habían oído noticias de que al norte de Europa, unos atrevidos trabajadores, habían tomado el poder y estaban repartiéndose entre ellos, las tierras de los nobles. El incesante ruido de sus tripas, no daba lugar a otra cosa que no fuera pensar en acallar su estómago, esta desesperación llegaba hasta tal límite que los diez jornaleros que estaban a disposición de su amo, peleaban por una manzana podrida tirada en el suelo, un mendrugo de pan duro y mohoso…. O simplemente las migajas que su amo y señor no quería y desechaba de la comida tan borbota que se hallaba en sus enormes platos.

Se les hacía la boca agua, lo cual impedía que la palabra REVOLUCIÓN no se hallara entre sus planes, solo querían un techo donde vivir, y unas migajas para llevarse algo a su boca. Además de todo esto, añadiremos que su amo y la iglesia católica, tampoco les ponían las cosas fáciles, pues cada día el señor terrateniente recordaba que fuera de esa casa solo se encontraba la muerte, y quien se atreviera a salir de su casa y abandonarlo a su merced, no solo no podría volver jamás sino que su vida llegaría al fin, pues fuera de ella solo había muerte.

Por el pueblo se oían toda clases de leyendas sobre la muerte, unos decían que era una mujer despechada que se quitó la vida, pues más que un dolor físico, lo suyo era un enorme cuchillo que rasgaba su cuerpo poco a poco llorando lágrimas de tristeza, al comprobar que su amado se veía con otra. Al morir, ésta prometió vengarse de todo aquel mundo cruel que nada más que le había echo sufrir, engañándola, restándole lentamente el poco sentido a su vida, muriendo desesperadamente al percatarse de la verdad, estando viva. Pocas semanas después, aquel hombre infiel murió.

Otros identificaban la muerte con el mal, el más mísero ángel negro que estuvo entre los cielos, había bajado de entre ellos para sembrar el caos y crear su ejército personal con el que hacerle frente a aquel Dios, el cual privaba de todo placer a sus súbditos.

En ambos casos, el encuentro con ella, solo significaba una cosa: la despedida eterna del mundo.

Pasó el tiempo, y muchos de sus súbditos abandonaron al amo a su merced, ansiosos de encontrar una vida mejor al otro lado de la hacienda. Muchos fueron los valerosos jornaleros que se atrevieron a hacer frente a toda clases de leyendas que rondaban alrededor de ésta y poco a poco su señor, cada vez más viejo por el paso de los años, empezó a quedarse sólo.

¿Dónde estaba la criada que hacía su cama día a día? ¿Dónde estaban los jornaleros que labraban sus tierras a cambio de un mísero salario? ¿Dónde estaba aquella criada que saciaba sus deseos de lujuria? La comida comenzaba a escasear y aquellos halos de juventud habían abandonado pausada pero continuamente su cuerpo, marchitándose, sintiéndose cada vez más cansado pero sin haberse percatado de la realidad hasta aquel momento.

Su aire de autoridad, ya no se imponía ante nadie, al igual que su belleza, también le abandonó. El ganado comenzó a morir lentamente, ya que nadie atendía sus necesidades, la cosecha se convertía en polvo ante sus ojos pues nadie regaba sus raíces… Aquella vida llena de lujuria, soberbia, riqueza y demás privilegios había llegado a su fin. Tan solo quedaban unas migajas de pan para llevarse a la boca y aquel cuerpo esquelético dejaba entrever el terrible futuro. Sólo le quedaban dos opciones, ambas poco factibles para un hombre que nunca había trabajado, los quehaceres lo debilitaban poco a poco, el trabajo duro le pasaba factura… sus manos roídas y ensangrentadas intentaban reanimar aquel campo de penuria sin éxitos, ya nada se podía cultivar en aquellas tierras de mala muerte.

En el último anhelo de libertad un recuerdo sobrevino a su mente, podría huir de allí, escapar, llevar una nueva vida donde los deseos de grandeza estarían muy lejos de su nueva vida, una vida de jornalero, una vida de trabajador… Pero recordó que allí fuera, alrededor de su villa, rondando y al acecho de una nueva víctima: sólo estaba la muerte…

Dedicado a la escritura

Tic tac,
Tic tac, El tiempo corre

Solo puedo pensar en que el principio del fin está muy próximo, tan próximo que noto que me ahogo y a duras penas siento como el aire nutre mis pulmones, el último aliento, el último alé...

¿Cómo no entristecerme al recordar aquel tímido dientecillo asomándome por la boca? ¿Cómo no anhelar aquella sonrisa picarona, aquella mirada llena de inocencia, sin maldad alguna?

Hoy brindo, por aquellos momentos, hoy brindo por aquel tiempo que se hace tan eterno y tan lejano hoy en día. Me pregunto que estado tan extraordinario se produce en mi persona, investigo, escribo, pienso…

Crecer es la palabra que busco, crecer es la palabra que apena mis sentimientos y al mismo tiempo, siento que cambio, que me transformo en un ser totalmente distinto… Algunos llaman a esta situación adolescencia, yo simplemente lo describo como un caos incontrolable que se apodera de mi ser, un terremoto de sentimientos apunto de florecer, como si se tratara de una tormenta apunto de estallar repentinamente después de un intenso período en calma.

Pero me temo, que he de encontrar un culpable, y esto es culpa tuya, pues perdí todo rasgo de inocencia cuando te conocí, al principio fuimos deleitándonos poco a poco, disfrutando del momento, acariciándonos, conociendo cada rincón de nuestro ser.

Aún recuerdo la primera noche, un día normal para cualquier ser humano, pero para nosotros el más maravilloso y mágico suceso que cabe imaginar. Fue aquella noche en la que tú me desnudabas delicadamente, cada pieza de mi ropa caía rozando todo mi cuerpo, despacio, palpándonos suavemente, descubríamos nuestros cuerpos por primera vez.

Pero sin duda la sensación de mayor placer, fue cuando recorrí con mi mano tu cálido cuerpo, al principio temblorosa, tú me ayudaste, para continuar instantes después, a recorrerte firmemente. Después de estos preliminares en los que alcanzamos el éxtasis del placer, confirmamos que en este viaje ya no había marcha atrás…

Llegó el esperado momento, aquel en el llegamos al clímax uniendo nuestros cuerpos para formar uno solo hasta ahora. Recuerdo aquel escalofrío que recorrió todo mi cuerpo, el cual hoy en día habita en mi ser, cada vez que te acaricio o acaricias mi esencia. Ese escalofrío el cual marca la etapa de un momento mágico en el día, y es que si es contigo, quiero hacer a todas horas el amor. Mostrarte a todas horas que te amo.

Tic tac
Tic tac, el tiempo corre.

El inicio de una nueva etapa, una etapa envuelta en soledad, donde me temo que lo único que me consolará será seguir escribiendo unas cuantas letras, sin sentido para algunos, con un amargo consuelo para mí. No lo deshecho, no temo a este nuevo principio, es lo que más deseo.

Someterme a tu voluntad, es someterme a la mía. Cuanto más te conozco,  más es la agonía que se apodera de mi cuerpo, pero me temo, que caigo en este engaño cíclico que perturba a todos los hombres, pues no se percatan, de que a ti, todos aquellos que luchan por tenerte, no lo pueden hacer, no te pueden poseer, no pueden ser tus dueños… Oh, dueña abstracta que das sentido a mi vida, ¿no es si no una tortura, aquello que llaman mal de amores los más sabios de este reino, lo que yo siento?

Tú, Tú eres el cuerpo del castigo, un castigo abstracto que hace que me encuentre sumisa a tus deseos. Pero más belleza que tu rostro, tu faz, cada rincón de tu hermosa piel, más aún que todo aquello que describo, se encuentra toda tu composición. Aquella que me nutre de esencia, de sentido, esa que hace que obtenga experiencias y aprenda un poco más de este camino tan difícil que es nuestra vida.

Más mi temor es aquel que me llena de amargura, pues aunque yo te sea fiel e intente engañarme con el hecho de creer que tu me correspondes… En el fondo, me amarga saber que la terrible realidad, es que tú no puedes guardarme fidelidad, aquel ser, aquella alma libre que juguetea y posee a su merced a quien quiere, no se le puede hacer cambiar. Como a un pájaro no se le pueden cortar las alas, a ti no se te puede negar la libertad que te corresponde. Pues,  no te das cuenta que al ser tan coqueta engatusas a cualquiera… Con una simple mirada a tu ser, con tan solo rozar su mano con tu cuerpo… todo el mundo queda prendado a tus encantos. Antes que perderte, me temo que deberé someterme a tus deseos, si con ellos podré disfrutar unos segundos de tu compañía…

Seguiré siendo feliz a tu lado, con una melodía en los oídos como fuente de inspiración y unos simples papiros y lápices como compañeros, invocando tu presencia, si tú deseas que esta sierva siga acompañándote.

13 comentarios:

  1. Muchas gracias por los relatos. Me gusta mucho el de Dedicado a la escritura. ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por cierto, a mí también me encanta Poe, así que me ha gustado ese homenaje que le haces con La hacienda.

      Eliminar
  2. Espero que os gusten queridos lectores de Cyber!
    La primera historia primera historia la escribí tras leer un relato corto de Edgar Allan Poe y la segunda, es una prosa poética muy personal pero que tenía ganas de compartir con vosotros.

    Creo que todo el mundo puede sentir algo parecido a lo que yo siento cuando escribo, esta sensación se puede traspasar a su máxima afición hasta tal punto que no puedes vivir sin ella.

    Un placer participar en este blog y muchas gracias por haberme dado la oportunidad de compartir mis historias^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El sentimiento que expresas con Dedicado a la escritura lo compartimos muchos, seguro que sí. La necesidad de escribir es una droga muy fuerte.

      PD: Gracias a ti por colaborar para esta idea que había tenido de la semana literaria. :)

      Eliminar
  3. Se nota que no es tu primer relato xDDD me han gustado los dos, aunque especialmente el primero la hacienda enhorabuena se te de muy bien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Está visto que nos encanta el género de terror al estilo Poe. ;)

      Eliminar
  4. Está imparable nuestra compañera Kahos :D
    Felicidades por un trabajo bien hecho!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias José Andrés! Espero que te hayan gustado y a ver si te animas y vemos un relato tuyo por aquí!

      Eliminar
    2. Eso digo yo. A ver si se anima más gente, que aún tenéis lo que queda de sábado y todo el domingo para escribir algo.

      Eliminar
  5. Después de haberlos podido leer con calma, me doy cuenta de lo que te gusta escribir y lo bien que se te da! me han gustado los dos pero especialmente el de La Hacienda y su lograda atmósfera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que es una actividad que me encanta hacer desde que era pequeña, siempre estoy escribiendo en la libreta o en el word cuando tengo ocasión... para mí es algo muy especial xD

      Me alegro que te hayan gustado^^ La verdad es que me habéis dado ánimos para que continúe con la novela que estoy escribiendo y quien sabe si me da la rallada tal vez publique algún fragmento por el blog xD Muchas gracias Toni^^

      Eliminar
    2. ¡Estás escribiendo una novela! Eso es una gran noticia. Te animo a que sigas en tu empeño, porque supongo que será una tarea costosa. Apúntame para comprarte un ejemplar en cuanto la tengas acabada, si la publicas. ;)

      Eliminar
    3. Nunca me he planteado publicarla, ni por asomo. Tampoco es que tenga un nivel de expresión avanzado y para mí, escribir es más bien una necesidad y por puro gusto, no por ganar dinero.

      Me gusta compartir mis experiencias y mis relatos, pero supongo que dentro de mis principios está el de no ganar dinero ni con la música, ni con la escritura, ni con el blog. Pero, si algún día la termino te la mandaré encantada. La novela se llama: "Hijos de Chernóbil" y bueno como supondrás por el título trata sobre el accidente nuclear que sucedió en Ucrania y las historias de sus habitantes xD lo que pasa es que me lleva mucho tiempo documentarme y escribir sobre ello... así que tardo mucho en escribirla siempre.

      Eliminar