El precio justo

Leyendo en otros blogs, me encuentro de vez en cuando con opiniones de redactores y lectores sobre el abusivo precio de los videojuegos. Sin ir más lejos, el otro día estuve leyendo un artículo bastante apocalíptico sobre el futuro de esta industria y una de las razones que argumentaba su autor era que los juegos son caros, afirmación que secundaban los lectores con sus comentarios.

La cuestión es que por un momento pensé que no sabía de qué estaban hablando, pues mi impresión era justamente la contraria.

Reflexionando después sobre el asunto, me di cuenta de que estábamos todos cometiendo el error de no tomar de forma global la cuestión de los precios. Por su parte, solamente tenían en cuenta los nuevos productos estelares de las grandes compañías, mientras que yo estaba aún emocionado por la cantidad de juegos indies baratos que había conseguido en las promociones de estos últimos días.

Si de verdad tenemos que analizar los precios, debemos tener en cuenta las distintas plataformas de juego y todos los títulos disponibles. Al tomar como ejemplo lo que acabo de citar sobre los juegos triple A y los independientes, la dicotomía que salta a la vista es la gran diferencia entre el precio de unos y otros. Desde esta perspectiva, supongo que casi todos estaremos de acuerdo en que los independientes son baratísimos y si consideramos este tipo de iniciativas como el Humble Bundle o similares, podemos adquirir varios títulos por muy poco dinero.

Hay una gran oferta de títulos con precios económicos.

Visto así, cualquier AAA nos parecerá caro, pero pienso que deberíamos estimar más elementos. Una gran producción nos ofrece un espectáculo visual que no obtendremos con la mayoría de juegos independientes. Cualquiera que lleve mucho tiempo en los videojuegos no se dejará engatusar solamente con artificios, pero pongamos que nos estamos refiriendo a un juego divertido. Si además de serlo nos ofrece un aspecto impresionante, lo vamos a agradecer, sobre todo para cierto tipo de juegos realistas, como los FPS o los simuladores automovilísticos. Inevitablemente el dinero invertido en un juego de este calibre se ha de recuperar y eso lo hemos de pagar. Es absurdo pedir que este tipo de juegos nos los cobren como si fueran independientes.

Lo que tenemos que decidir es si un juego de 40, 50 o 70 euros es caro o barato. La respuesta rápida sería que 70 euros es caro, pero propongo que echemos la vista atrás en el tiempo. Los juegos de Megadrive costaban entre 7000 y 9000 pesetas y los de Super Nintendo aún eran más caros; estoy hablando de hace veinte años. Visto así, 70 euros por un juego actual ya no parece tanto dinero.

También quiero fijar la atención en otro tipo de juegos. Entre las aguas de los productos estrella y los independientes, nadan los títulos de bajo presupuesto. Esta serie B, al igual que en el cine, son productos que aunque no sean multimillonarios no tienen por qué estar exentos de calidad. Muchos de estos juegos son distribuidos mediante los distintos servicios de descarga digital y podemos encontrarlos por precios que rondan entre los 15 y los 40 euros. Podemos adquirir buenos juegos de grandes compañías, que no han sido apenas publicitados, por relativamente poco dinero; sirva como ejemplo los casos de Bionic Commando Rearmed o Lara Croft And The Guardian Of Light, que me costaron menos de 15 euros y me han dado muchas horas de diversión.

Fallout 3 me costó 40€ y Stalker 6€. Gran diferencia, pero ninguno me pareció caro.

A todo lo dicho anteriormente habría que añadir algo muy importante que está sucediendo actualmente: A los pocos meses de su salida, la mayoría de juegos tienen rebajas significativas de precio. Si no eres muy impaciente, es cuestión de esperar unos meses o incluso unas pocas semanas para encontrar lo que buscabas mucho más barato.

Por último, quizá podríamos buscar una fórmula para calcular si un juego es caro o barato. A mí se me ocurre una muy sencilla que puede ser bastante útil: Precio = Diversión+Horas. Si consideras que el valor del precio es alto para las horas y la diversión que te ha proporcionado, entonces te ha salido caro. Con esto lo que quiero decir es que lo caro o barato es siempre algo relativo, pues un juego de 70 euros que te ha encantado y has podido disfrutar durante mucho tiempo, está amortizado, mientras que con uno de 20 euros que te ha parecido horrible, siempre te quedará la sensación de que te ha salido caro.

Exponiendo estos ejemplos, llego a la conclusión de que algunos títulos no son nada baratos, desde luego, pero que en general los juegos no me parecen caros hoy en día; otra cosa es que consideres que en ese momento no deberías gastarte ese dinero o que no vale la pena esa inversión. 

Ah, bueno... Otro cantar es que uno sea de los que reniega de todo lo que no sea una novedad triple A... Pero desde luego no es mi caso.