Super Meat Boy

Hace tres años, dos tíos llamados Edmund McMillen y Jonathan McEntee, que forman la compañía Team Meat, sacaron un juego de plataformas gratuito. Un juego sencillo y bastante divertido, pero como muchos otros del mismo estilo. Este juego, llamado Meat Boy, no era más que el prototipo para un proyecto comercial más grande y con más pretensiones: Super Meat Boy.

Estos señores además, se encargaron de promocionar el juego durante los últimos meses de desarrollo del mismo de una forma muy inteligente, a través de su blog, creando unas expectativas muy grandes con lo que nos iban a ofrecer. Finalmente, el año pasado salió al mercado Super Meat Boy, primero en Xbox Live Arcade y más tarde en PC.

Esto no va a ser un camino de rosas.

¿Se han cuplido esas expectativas? ¡Y tanto! Super Meat Boy es un juego de plataformas moderno, pero con una mecánica de juego tradicional, una dificultad altísima y que además homenajea no solamente a los juegos de la época dorada del género, especialmente a la compañía Nintendo, sino también a los actuales juegos independientes de este estilo.

En Super Meat Boy manejamos a un trozo de carne sanguinolenta que ha de rescatar a su novia de las manos de un feto metido en un tarro de cristal. Como la vida misma, oiga. ¿Cómo hacemos eso? Pues tan sencillo como izquierda, derecha, un botoncito para saltar y otro para correr. Suficiente para manejar al muchacho, que se pega a las paredes como cualquier trozo de carne cruda (podéis hacer la prueba en casa tirando un bistec contra la pared).

Algunas pantallas son clavadas a la Game Boy.

Así que nada, a saltar y saltar, esquivando sierras mecánicas, lava, pinchos y otros obstáculos, en pantallas más bien pequeñas y que se acaban en pocos segundos. Todo esto no suena muy gracioso dicho así, pero el caso es que estamos ante uno de los juegos de plataformas más divertidos de los últimos años. ¿Dónde está el truco? No hay truco. En realidad la mecánica de juego es muy sencilla, pero lo que crea una gran adicción es la puesta en escena y su diseño.

Como decía, las pantallas son muy sencillas, pero están hechas con muy mala leche. Rectifico: Están hechas con mucha, pero mucha, pero muchísima mala leche. Son pantallas cortitas, que se superan en unos segundos, pero en las que vas a morir una, dos, tres, treinta veces. Aquí no hay un número limitado de vidas, así que todo consiste en intentarlo una y otra vez, hasta que llegas a la meta.

Muchas pantallas tienen un diseño sencillo, pero también son difíciles.

Estas pantallas están divididas en escenarios distintos, en los que nos intruducimos tras una breve secuencia de animación bastante gamberra que homenajea a conocidos juegos antiguos. Cada uno de estos escenarios consta de veinte pantallas que podemos jugar en el orden que queramos, pero si conseguimos acabar una pantalla batiendo el récord de tiempo que se nos muestra, podremos acceder a otra del mismo escenario pero en un mundo paralelo aún más difícil. Esto quiere decir que en cada escenario hay otras veinte pantallas más que podemos desbloquear, por lo que tenemos un total de cuarenta. Pero ojo, que eso no es todo. En algunas de esas pantallas hay agujeros negros ocultos que nos transportan a otra dimensión. Aquí es donde empiezan de verdad los homenajes. Algunos nos llevan a fases con gráficos que emulan sistemas de juego antiguos, como una Game Boy, una NES o una recreativa de los ’80. Otros agujeros nos llevarán a pantallas de otros juegos independientes y en los que acabaremos desbloqueando a los protagonistas de esos juegos, cada uno con sus peculiaridades y poderes. Además de todo esto, en algunas fases podemos ir recogiendo una serie de vendas. Con cierto número de vendas, iremos desbloqueando más personajes. Los poderes de algunos de estos personajes nos permitirán llegar a sitios a los que no podemos llegar con Meat Boy, pudiendo coger vendas que no alcanzábamos o desbloqueando lugares a los que no teníamos acceso.

Los escenarios van variando en cada mundo.

Así pues, si añadimos a lo dicho una música pegadiza, un sistema de logros y puntos que podemos comparar con otros jugadores, un editor para hacer nuestras propias pantallas y la posibilidad de jugar las de otras personas, nos encontramos con un juego notable, que destaca por encima de muchos otros juegos de plataformas de esta generación.

¿Podemos sacar algún aspecto negativo del juego? Bueno, pues sí, porque por ejemplo, algunos personajes secretos parece que estén de relleno y no tienen ninguna utilidad, así que simplemente son un trofeo. Por otro lado, Super Meat Boy es una copia de otros juegos de plataformas indie, como Jumper, Runman y I Wanna Be The Guy, aunque consentida por sus creadores (de hecho los protagonistas de estos juegos son personajes desbloqueables en Super Meat Boy). 

No veo tampoco ninguna idea nueva dentro del género, pero sobre todo, lo que menos me agrada son algunas cosas fruto de su planteamiento: La dificultad extrema y la carrera contra reloj para desbloquear las pantallas del mundo oscuro hacían necesario las vidas infinitas y las pantallas pequeñas, porque nadie sería capaz de pasar una fase larga con esa dificultad. Yo prefiero los juegos con la dificultad más ajustada, en donde tienes un mínimo margen de error, que te obligue a hacer las cosas bien, pero te de un mínimo de libertad de maniobra para evitar la muerte; prefiero eso, pero que al mismo tiempo, tengas un número finito de vidas y que la muerte signifique volver atrás y tener que empezar desde el principio o desde algún punto de guardado, lo que te obliga a asegurar tus pasos y tus saltos, además de permitir un juego con fases largas y variadas. Otra cosa que no me gusta es que no encuentro una sensación de mundo conectado y uniforme, sino que cada fase es independiente y no es más que una colección de pantallas hechas con un editor y puestas juntas en un juego. Pero bueno, ya digo que eso son gustos personales, ya que mucha gente prefiere los juegos de plataformas contra reloj, morirse un millón de veces intentando conseguir el patrón perfecto de saltos y tener la seguridad de que resucitas siempre hasta que lo consigues.

Podemos desbloquear a personajes de otros videojuegos.

Ha llegado la hora de poner una nota al juego y aunque hay algunos aspectos que al final no han sido de mi agrado, en general me parece que es un juego muy divertido, así que le voy a dar un:

- 7 -