Left 4 Dead 2

Es probable que muchos estén hartos de la moda de los zombis. No son un invento actual pero sí se ha explotado mucho más que nunca el tema durante estos últimos años y no solamente en los videojuegos. Si a eso añadimos la gran cantidad de títulos de acción con perspectiva en primera persona que salen a la venta, no es de extrañar que inicialmente no me interesara demasiado Left 4 Dead.

Ahora bien, esta gente de Valve no solo inventan buenos juegos, sino que se dedican a hacer ofertas tentadoras a través de Steam, y pudiendo jugar de forma gratuita durante un fin de semana fue como me di cuenta de que no era un videojuego de zombis cualquiera. Es por ese motivo que una vez más, acabé usando mi tarjeta de crédito.

Poco tiempo después salió Left 4 Dead 2 y pensé que era una tontería comprar otro juego exactamente igual; de hecho, hubo cierta polémica incluso antes de su lanzamiento porque se criticó que Valve sacara tan pronto una secuela que apenas se diferenciaba de su predecesor. Sin embargo, mi intuición me decía que aquel podía ser un gran juego y las ofertas navideñas me dieron el empujón necesario para comprarlo, pero el caso es que jugué apenas unas horas y acabé reservándolo para las ocasiones en las que pudiera disfrutarlo en compañía.

En el pantano se esconden incluso bajo el agua.

Llegamos entonces a la parte de la historia en la que algunos integrantes del blog Nivel Oculto me invitan a jugar unas partidas, circunstancia que se repitió en días posteriores y a la que añadí un buen montón de horas más con un amigo. ¿A santo de qué viene todo esto? Sencillamente, a que antes de explicar detalladamente de qué va Left 4 Dead 2, he querido aclarar que si bien se puede jugar en solitario o entrar en algún servidor al azar, recomiendo compartir la experiencia con algún conocido y a ser posible usar un micrófono y unos auriculares.

Después de este preámbulo en el que me he andado un poco por las ramas, voy a resumir qué es Left 4 Dead 2 para todo aquel que no lo conozca: Es una película de zombis convertida en videojuego, en la que tomamos el papel de un superviviente en un mundo dominado por los muertos vivientes y junto con tres compañeros intentaremos llegar hasta un lugar en el que podamos ser rescatados.

Las distintas campañas de Left 4 Dead 2, formadas por varios tramos, se juegan de forma independiente y aunque todas pertenecen a la misma linea argumental, podemos empezarlas en el orden que queramos. En el modo de juego principal, nuestro objetivo es el de avanzar hasta una zona segura que se encuentra al final de cada uno de esos recorridos y por el camino encontraremos las armas y objetos que nos ayudarán a conseguirlo.

La ayuda de los compañeros es la clave para salir vivos.

La mayor parte de nuestros enemigos son muertos vivientes que deambulan por el lugar y nos atacan solamente cuando perciben nuestra presencia cercana. Periódicamente, sin embargo, nos veremos acorralados por grupos numerosos que corren hacia nosotros a gran velocidad, saltando vallas, escalando muros y sorteando toda clase de obstáculos, guiados por su rabia inhumana. Algunos de estos zombis presentas ciertas características particulares que debemos tener en cuenta, como los ruidosos payasos del parque de atracciones que atraen al resto de infectados, las protecciones de los policías que les hace inmunes a los disparos frontales o los zombis del pantano que se camuflan perfectamente en el barro.

Los zombis más peligrosos, sin embargo, son los infectados que han sufrido una mutación que les confiere algún poder extraordinario, una gran velocidad y una mayor inteligencia. De estos hay varios tipos. El gordo “Boomer” que vomita su bilis cegadora y que sirve para atraer a los otros zombis, el “Hunter” que es capaz de saltar con agilidad desde grandes distancias para acabar lanzándose sobre nosotros, el “Smoker” que tiene una lengua larguísima para atraparnos desde lejos y asfixiarnos, el coloso “Tank” que tiene fuerza suficiente para lanzarnos grandes proyectiles y golpear con dureza, la “Witch” que con un solo golpe es capaz de dejarnos fuera de combate, el “Charger” que corre a gran velocidad para embestirnos, la “Spitter” escupiendo un líquido corrosivo y el pequeño jorobado “Jockey” que con su risa de hiena se montará en nuestros hombros para conducirnos a su antojo. El ataque de algunos de estos zombis especiales nos incapacita para controlar al personaje y solamente nos podrán rescatar nuestros compañeros.

Cada tipo de arma tiene sus virtudes y defectos.

Cada superviviente tiene la capacidad de equiparse con cinco artículos de distinto tipo, de entre la gran variedad que se encuentran por el camino y que nos servirán para combatir a los infectados. Nuestra posibilidad de recoger objetos nos permite llevar un arma de fuego (metralletas, rifles, lanzagranadas, pistolas y escopetas), otra arma cuerpo a cuerpo (katana, machete, motosierra, bate y otros objetos contundentes), un objeto explosivo (bomba casera o molotov), un espacio para un paquete (botiquín, balas incendiarias, desfibrilador) y otro para medicinas que mejoran nuestra salud de forma temporal (pastillas, adrenalina).

Una de las características divertidas de Left 4 Dead 2 es que cada partida no es exactamente igual a la anterior, pues existen ciertos elementos aleatorios, como la aparición y frecuencia de las hordas, los infectados especiales y algunos objetos. Además, el recorrido hasta el final de cada tramo nos ofrece caminos alternativos y lugares que esconden objetos y armas, lo que nos invitará a explorar cada zona.

Hay también ciertos detalles que dan un poco de variedad al juego: Pequeñas misiones que nos vemos obligados a hacer para seguir avanzando en determinados lugares, como la recogida de bidones de gasolina, o intentar no activar las alarmas de los coches y otras fuentes de ruido estridente que alerten al enemigo.

Esto debe de ser la crisis inmobiliaria.

En Left 4 Dead 2 tenemos una gran cantidad de escenarios, pues además de las campañas originales se incluyen también las del primer juego, lo que suma un total de trece zonas distintas. Si no tuviéramos suficiente con estas, también podemos probar con las que han editado los aficionados, o jugar en las otras modalidades que nos ofrece Left 4 Dead como alternativa, incluyendo un modo por equipos en el que alternamos nuestro rol, encarnando a los supervivientes o a los zombis especiales para ver quién consigue más puntos, por ejemplo.

En definitiva, Left 4 Dead es un título divertidísimo a pesar de que quizá se le podrían achacar algunos defectos, como que no sea un juego de terror a pesar de los zombis o que podría haber sido más elaborado en su planteamiento. Sin embargo, la clave de su éxito está en el equilibrio que mantiene entre la sencillez de su propuesta dentro del género de acción y el diseño de sus variados escenarios, que nos transportan a lugares tan diversos como un hotel, un parque de atracciones, pantanos, calles, viviendas y alcantarillas de diferentes ciudades o incluso a un pueblo bajo una lluvia torrencial. Si hay algo más divertido que una buena película de zombis, es poder protagonizarla en un videojuego junto con varios amigos.

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