Shinobi III: Return of the Ninja Master

Si hay un género en el que SEGA nos ha demostrado su excelencia, tanto en sus máquinas recreativas como en  el formato de videoconsola, es en la acción y plataformas, mediante una serie de títulos que han empleado una fórmula clásica en la que manejamos a un personaje, recorriendo un escenario de izquierda a derecha para acabar con todos los enemigos que nos salgan al paso.

De entre todos ellos, una de las sagas que sigue funcionando con solvencia, desde que apareció por primera vez en el año 1987 en las máquinas recreativas, es la de Shinobi. Desde entonces, SEGA nos ha ofrecido versiones para muchas otras plataformas, con mayor o menor acierto, aunque casi siempre de gran nivel. De todos los juegos que pertenecen a la saga y yo conozca, probablemente el que más me gusta es el Shinobi III para Mega Drive, del año 1993 y que salió a la venta en Japón con el nombre de The Super Shinobi II.

Continuando la historia donde se quedó al final del anterior título (The Revenge of Shinobi), en Return of the Ninja Master volvemos a encarnar a Joe Musashi en su lucha contra una organización criminal y el villano que la gobierna, el ya conocido Neo-Zeed, presente también en las anteriores entregas.

Shinobi III agrada tanto por su diversión como por su apartado técnico.

¿Pero importa realmente el argumento en este tipo de juegos? No demasiado. Toda la diversión se centra en su mecánica, que como explicaba al principio, consiste en el trillado recurso de recorrer una sucesión de escenarios, enfrentándonos a todo tipo de enemigos, esquivando sus acometidas y disparos, además de sortear o saltar los obstáculos y precipicios del camino.

Muchos son los juegos que recurren a este tipo de fórmula, pero algo aparentemente tan sencillo puede resultar monótono si se limita a ofrecer un planteamiento repetitivo. No es el caso de este juego, que siguiendo el formato de sus predecesores, nos sitúa en distintos y llamativos decorados para hacer frente a una serie de divertidos retos, formados por una variedad notable de enemigos, cada uno con su particular comportamiento, al tiempo que debemos superar otros obstáculos, desde sencillas plataformas a distintos niveles, cintas transportadoras o ascensores montacargas donde debemos evitar la caída al vacío.

En algunos tramos tenemos que mostrar nuestra habilidad con las plataformas.

Nuestro personaje protagonista dispone de una barra de salud, que va mermando cada vez que recibimos el impacto de un enemigo, proyectil u obstáculo dañino, como lanzas o ácido. Si nos quedamos sin salud, o caemos al vacío, perderemos una vida de las varias que dispondremos al principio del juego. Además del clásico recorrido a pie hasta el final de cada nivel, en Shinobi III alternaremos estas fases con otras en las que nuestro personaje toma el control de algún vehículo, como una tabla de surf motorizada o a lomos de un caballo, dándole al juego otra pizca más de variedad para no llegar a caer nunca en el tedio. En nuestro camino nos iremos topando con cajas, que en su interior pueden tener distintos objetos: Shurikens que aumentan nuestra munición, bombas que nos dañarán al explotar, corazones que hacen que se recupere parte de la salud, más poder para nuestros ataques o incluso un icono que nos dará una vida.

El juego incluye originales fases que rompen con el clásico recorrido a pie.

Además de los clásicos shurikens lanzados a distancia o la espada en el cuerpo a cuerpo, aporta el juego respecto a las anteriores entregas algunos movimientos interesantes. Así pues, junto a los ya conocidos por los aficionados del Revenge of Shinobi, como la carrera al pulsar dos veces seguidas el botón de caminar o la posibilidad de tirar varios shurikens a la vez después de efectuar un doble salto, podemos ejecutar una patada en el aire o subir entre dos paredes estrechas, saltando de una a otra al apoyarnos en ellas. Sumado a todo esto, podemos hacer uso, una vez por nivel, de uno de los cuatro poderes especiales de nuestro protagonista: Invencibilidad temporal, un poderoso ataque con forma de dragones de fuego, sacrificar parte de nuestra salud para dañar al enemigo o potenciar el salto de Joe Musashi.

Como es habitual en este tipo de juegos de acción, al final de cada una de las siete fases de las que consta Shinobi III, debemos enfrentarnos a un jefe o guardián mucho más fuerte y resistente, teniendo que aprender su patrón de ataques y movimientos para poder esquivarlo, además de que nos veremos obligados a buscar su flanco o punto débil para poder hacerle daño y derrotarlo.

Como suele ser habitual, los monstruos finales son uno de los platos fuertes del juego.

En definitiva, Return of the Ninja Master ofrece todo lo que un buen amante de este género suele buscar, que no es ni más ni menos que la repetición de una fórmula tan conocida como efectiva, pero con la suficiente variedad como para mantener la diversión y una buena factura técnica que lo haga agradable. Shinobi III es una prueba más de que en SEGA eran expertos en esto, sumando a su magnífico catálogo de títulos para Mega Drive un Shinobi a la altura de la saga que empezó en las máquinas recreativas.

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